Vivir la fe
Oraciones públicas desde el púlpito
No temas escribir tus oraciones. Por alguna razón desconocida, la gente piensa que las oraciones escritas (o preparadas) son menos espirituales o vibrantes que las oraciones espontáneas. No lo son. Puedes, por ejemplo, orar el Padre Nuestro, que está escrito o preparado, y sin embargo es la oración modelo y difícilmente menos espiritual que una espontáneas.