Antes de comenzar a examinar el Artículo 1, necesito explicar la naturaleza confesional única de los Artículos como parte de lo que los anglicanos denominan los «formularios históricos». En otras palabras, los Artículos de la Religión no están destinados a ser considerados de forma aislada, por así decirlo.
Los Artículos en relación al Libro de Oración
Cuando reflexionamos sobre las declaraciones doctrinales de los Treinta y Nueve Artículos que todos los ministros deben suscribir, los anglicanos no nos limitamos a terminar ahí. Debemos ir más allá. El Libro de Oración también se incluye en nuestra suscripción. El Libro de Oración informa a los Artículos, los Artículos regulan el Libro de Oración. Lo doctrinal se convierte en doxológico a través de la teología que subyace a los ritos autorizados y al orden de culto del Libro de Oración. Los anglicanos pueden hacer que el lenguaje del Libro de Oración sea más contemporáneo para que se entienda con claridad (artículo 24), pero no deben cambiar su teología subyacente. Los Artículos regulan el Libro de Oración.
Como Robert Barron escribió en la primera línea de un artículo sobre San Agustín:
Al final todo se reduce a una correcta descripción de Dios.
Se supone que debe haber un equilibrio adecuado entre doctrina –descripciones apropiadas de las realidades de Dios con Cristo en el centro que glorifiquen a la Divinidad y sean fieles a la tradición de la iglesia originada y regulada por las Escrituras– y culto.
Este es el genio de Thomas Cranmer (1489-1556). Su teología se expresa en los Artículos y en el Libro de Oración. Se encuentra en la selección, ordenación y composición de las oraciones y exhortaciones, la selección y ordenación de las lecturas diarias de las Escrituras (el leccionario), y en la estipulación de las rúbricas para la acción litúrgica permisible y cualquier variación en las oraciones y exhortaciones.
Los Artículos, selecciones y ordenaciones de Cranmer se basaban en la teología reformada continental ya establecida. Reformuló el principio de que «la forma en que adoramos» es «aquello que creemos» (lex orandi, lex credendi) para enseñar a las congregaciones inglesas las doctrinas reformadas de sola Escritura, solo Cristo, sola gracia, justificación solo por la fe, solo para la gloria de Dios.
Esta es la razón por la que los Treinta y Nueve Artículos de la Religión se vincularon a los servicios del Libro de Oración Común de 1662. Fue para que la gente pudiera ver la base doctrinal de la liturgia en la iglesia establecida. De este modo, el orden y la liturgia del Libro de Oración Común de 1662 conservan una cualidad confesional. Este es el principio anglicano de que la doctrina y el culto son relacionalmente constitutivos. Examinemos este principio en el primer artículo sobre la naturaleza de Dios.
Artículo 1
De la fe en la Santísima Trinidad
No hay más que un Dios vivo y verdadero, eterno, sin cuerpo, partes ni pasiones; de infinito poder, sabiduría y bondad; Hacedor y Preservador de todas las cosas tanto visibles como invisibles. Y en la unidad de esta Divinidad hay tres Personas, de una sustancia, poder y eternidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Este artículo no ha cambiado desde que Cranmer lo redactó en 1553. Gerald Bray comenta que tiene una estructura tripartita de fondo:
- No hay más que un Dios vivo y verdadero, eterno, sin cuerpo, partes ni pasiones.
- De infinito poder, sabiduría y bondad.
- Hacedor y Preservador de todas las cosas tanto visibles como invisibles.
Este lenguaje se reproduce del artículo 1 de la Confesión de Augsburgo (1530), así como la afirmación de que la creación tanto visible como invisible es consumada y sostenida por la Divinidad como un todo: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Pero sería un error pensar que Cranmer simplemente tenía en mente a Augsburgo. El artículo de Augsburgo es mucho más largo, con un prefacio que confirma que su doctrina procede del Credo Niceno. También hay un segundo párrafo que denuncia las herejías de la Iglesia, entre ellas el Islam.
Tenemos una idea más clara de lo que hacía Cranmer cuando nos remitimos al Libro de Oración Común. El título y el contenido del artículo se corresponden mucho más de cerca con la estructura tripartita de lo que comúnmente llamamos el Credo Atanasiano, también conocido por su título en latín, Quicunque vult. Por ejemplo el Atanasiano tiene: «y la Fe Católica es esta: Que adoramos a un Dios en Trinidad, y a la Trinidad en Unidad». Lo vemos de nuevo en la oración especial («colecta») que se recita en el Domingo de la Trinidad:
Dios Todopoderoso y Eterno, que nos has dado a tus siervos gracia, por la confesión de una fe verdadera, para reconocer la gloria de la eterna Trinidad, y en el poder de la Majestad Divina adorar la Unidad; Te suplicamos que nos mantengas firmes en esta fe, y nos defiendas siempre de todas las adversidades; tú que vives y reinas, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La colecta afirma que cuando tenemos clara la revelación de Dios como Trinidad, permanecemos «firmes en esta fe» y ella nos defenderá. Si conocemos la verdad sobre Dios, esta nos defenderá de graves herejías.
Cranmer vuelve a repetir la doctrina en su «Prefacio» que introduce la «Oración de Consagración» en el servicio de comunión de Santa Cena del Domingo de la Trinidad:
Tú quien eres un solo Dios, un solo Señor; no solo una Persona, sino tres Personas en una sustancia. Porque aquello que creemos de la gloria del Padre, lo mismo creemos del Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni desigualdad alguna.
Y cuando examinamos la rúbrica del Credo Atanasiano descubrimos que debe recitarse en la oración matutina en lugar del Credo de los Apóstoles en el culto de los cinco «días festivos evangélicos» (sobre ellos, véase el artículo de Danny Hyde) de la tradición reformada (así como otros siete días observables en el calendario).
Si consideramos también que esos días festivos evangélicos habrían continuado en un servicio de Santa Cena usando el Credo Niceno, y añadimos la estructura trinitaria de las colectas adicionales para los días festivos evangélicos, podemos ver fácilmente cómo la naturaleza del culto anglicano sigue siendo confesional y profundamente trinitaria. La sencilla claridad y estructura tripartita de Cranmer en el artículo 1 adquiere profundidad, repetición y otros matices a lo largo del Libro de Oración.
Este artículo hace parte de una serie de comentarios sobre Los 39 Artículos de la Religión Cristiana la cual puede ver aquí.
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Agradecemos al doctor Jansma por permitirnos publicar su serie sobre Los 39 Artículos de la Religión Cristiana en nuestro sitio web. 1Los enlaces que redirigen a este sitio web no son parte del artículo original al igual que los subtítulos que se ingresan para facilitar la lectura
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